Estoy harto de ver gente llorando por mí. Son demasiadas personas. Y nunca sé qué decirles.

No nos conocemos, nunca cruzamos palabra. Pero por un loco segundo se me ocurrió la enfermiza idea de que tenía que hablarle. Veremos.

Difinitavemente, esto es peor que el 2005. Bravo.
La puta que me parió.

What were the words I meant to say before you left?
When I could see your breath lead where you were going to
Maybe I should just let it be and maybe it will all come back to me

Siempre será más honesta la pena que se grita a la que se llora.

Tengo un problema: no le creo. No creo en una sola palabra de lo que me dice. Está actuando, estoy seguro que actúa, y yo hago de espectador desde una butaca de teatro. Y cuando termina la escena aplaudo (para no quedar mal).

Voy a escribir la entrada menos creativa y más obvia y sincera de toda la historia de este blog.
Pero estoy profundamente triste.
Tanto como hace algo más de seis años. Y no es casualidad. Quizás debería empezar a escribir un libro o planear un viaje o volver a escuchar bandas de rimmel y uñas pintadas.